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domingo, 7 de julio de 2013

Un beso.-

Encontré sus labios cerca de los míos, y no dudé ni un segundo. Nos besamos y todo se encendió. Las risas estaban a flor de labios, la vergüenza, la felicidad. Todo había acabado, vivíamos para ese momento, para experimentar esa sensación que tanto anhelábamos, con la que soñamos tantas noches, con la que imaginamos de mil maneras.

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