Y sigo aquí esperando nada, aquí en esta habitación, solitaria, oscura, húmeda. Son las 2 de la madrugada y haciendo uso a mis costumbres, que ya no se si sean buenas o malas, esta noche te toca a ti. Y a esta hora me parece pertinente declarar mi amor, y también decir gracias por cada día que ha compartido a mi lado, por cada beso que me desmorona, por cada vez que me ha hecho llorar y suspirar. Y para sintetizar mi confesión, gracias por cada vez que me ha vuelto a enamorar.

Siendo ahora un poco más atrevida, debo decir que creo que nunca volveré a probar un amor así, un amor como el que siento por él. Que nunca volveré a dedicar mis palabras como se las ha merecido él. 

Y siendo hoy el fin o el comienzo, nunca, pero nunca volveré a hacerle el amor a nadie como se lo he hecho a él.