La casa está sola, subo a mi habitación, prendo el stereo y suena el disco de Arctic Monkeys, me recuesto en la cama con los pies afirmados en la ventana, miro a través de ella el despejado cielo, siento el calor del sol en mi cuerpo... las paredes y mi almohada comienzan a murmurar, a retratarme esos momentos que pasé junto a ti en mi cama (también recuerdo los que pasamos en la tuya) siento bajo mis oídos el latido de tu agitado corazón que atraviesa tu pecho desnudo. Como me gustaba estar ahí, sentir tus brazos alrededor de mi cintura, el como acariciabas mi espalda con una mano y con la otra recorrías mis labios y me decías al oído "te amo".
Extraño esas escenas, escuchar tu respiración, sentir tu cuerpo sobre mío, y saber que nada podría arruinar esos perfectos momentos, donde vivíamos una sóla ilusión, compartíamos un sólo corazón que nunca se cansó de amar, hasta el día de hoy.
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